Cada día es más común (por muchos factores de los cuales no hablaré hoy) que lleguen pacientes a la consulta buscando una segunda opinión sobre su tratamiento. Dar una segunda opinión no es ninguna tarea fácil, es un cargo de mucha responsabilidad. Y como tal debe de ser tratada. Muchos colegas lamento decirles que usan estos escenarios para sacar su código postal, y hacen directamente lo siguiente:
a) Sin importar como va el tratamiento del paciente que busca la segunda opinión, se quejan del mismo. Ejemplo: ¡qué tratamiento tan mal hecho!, ¡es horrible!
b) Sin importar como va el tratamiento del paciente que busca la segunda opinión, hablan pestes del otro ortodoncista. Ejemplo: ¡Ese doctor no sabe lo que hace, es un ignorante!
c) Sin importar como va el tratamiento del paciente que busca la segunda opinión, hacen sentir al paciente como un verdadero estúpido por no haberlos escogido a ellos antes. Ejemplo: ¡Usted debió primero haber venido conmigo, yo soy el único y mejor en la ciudad!, ¡que lastima que no le importe la salud de sus hijos!
d) Sin importar como va el tratamiento del paciente que busca la segunda opinión, harán lo imposible para convencer al paciente que se quede con ellos. Ejemplo: ¡Deben de quedarse conmigo para que solo así las cosas sean hechas correctamente!, ¡solo yo y nadie más que yo puede resolver esto!
Tranquilos todos, que no panda el cúnico. Lo primero que debemos de hacer es analizar si realmente las cosas están mal como para que el paciente buscara una segunda opinión. Debemos de recordar que nuestras acciones y comentarios en este tipo de consulta dictan la clase de profesionales que somos, tanto con nuestros pacientes como nuestros colegas, y también debemos recordar que el propósito de expresar nuestra opinión (la segunda opinión) es para solucionar un problema, no para empeorarlo.
A continuación les dejo 5 tips para analizar antes de dar una segunda opinión:
1) NO dar rienda suelta a nuestros prejuicios personales, ya sea sobre la competencia entre ortodoncistas o las diferentes escuelas-métodos-filosofías de tratamiento.
2) NO criticar a los demás para que el paciente pierda la confianza en el ortodoncista que lleva su tratamiento
3) NO atacar tratando de establecer una superioridad de conocimiento o experiencia, en dado caso de que exista diferencias en el diagnóstico
4) NO caer en provocaciones del paciente que desea hablar mal de su ortodoncista
5) NO dar una segunda opinión sin antes haber revisado la historia clínica del paciente y sus registros pre-tratamiento.
Debemos de recordar que muchos pacientes no son tan honestos a la hora de hablarnos de sus anterior doctor y/o tratamiento, así que un buen interrogatorio también es requerido. Es de lo más común enterarnos que llegan pacientes que llevan 3 años de tratamiento (de los cuales solo han ido a 2 consultas) que deben todo al anterior doctor y que llegan a nosotros por que “somos los mejores la ciudad”, y para acabarla te salen como “bueno el tratamiento ya lo pague con el otro doctor, usted no me debe de cobrar nada”.
Así como también hay pacientes que realmente necesitan toda nuestra ayuda posible. Dar segundas opiniones no es fácil, es un ejercicio que requiere tanto experiencia, ética y evidencias, todo para poder ayudar al paciente, ya sea diciendo que las cosas podrían ser mejor así como también diciendo que no debe de preocuparse que todo va bien.
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