Por años y años los ortodoncistas hemos basado gran parte de nuestras actualizaciones en “reportes de caso”, y es algo lógico. Durante nuestros años de estudio de postgrado ( y pre-grado) nos gusta consumir muchos “reportes de caso”, de los cuales tratamos de adquirir un aprendizaje, observar como una “técnica” funciona en un paciente en particular, catalogamos y clasificamos como exitosos a aquellos ortodoncistas que presenten reportes de caso que nos sorprendan. Sin embargo, como ciencia, la ortodoncia debe de seguir madurando, la ortodoncia es pertenece a la odontología, la odontología es una ciencia de la salud,  la cual es una  “ciencia aplicada”.

Y si bien los reportes de caso son interesantes, lamento informarles que no llegan a ser evidencia de gran nivel. Por favor, no se sientan insultados, dejemos los totalitarismos a un lado. Seré honesto con ustedes, mi journal favorito de ortodoncia siempre ha sido el JCO, sin embargo en los ranking de journals con mayor impacto, nunca queda entre los primeros de ortodoncia, en esos lugares es muy común ver al AJODO y el Angle Orthodontist. La gran diferencia es que el AJODO o el Angle, llevan otros tipos de estudio y/o reportes.

Es momento en que nos demos cuenta de una realidad que a más de tres molestará, los reportes de caso son anécdotas más que evidencias.  Y con esto no quiero menos preciar los reportes de caso, simplemente creo que es hora de que los ubiquemos en el lugar que merecen. Uno puede aprender mucho de esos reportes de caso, sin embargo debemos entender que no son tan representativos como nosotros mismos creemos.  De hecho personalmente creo que la culpa la tenemos nosotros, por tener la gran idea de que todo aquellos presentado en un reporte de caso es ley, y puede ser aplicado tal cual para todos los pacientes.

Tranquilos camaradas, no aceleremos tan fuerte sin conocer el camino. No podemos ir aplicando todo lo que vemos sin analizarlo primero, sin tomarnos unos minutos en cuestionar la manera en que fue llevado ese caso, en pensar si consideramos ese único caso como algo representativo.  Vaya, considero que debemos empezar a ser más críticos sobre las evidencias que consumimos y aplicamos.  Podemos aprender mucho de un reporte de caso, tomarlo como el primer paso para un gran aporte a la ortodoncia, pero quedarnos solo en lo que el reporte dice, bueno, eso no considero que nos lleve a ningún lado a largo plazo.

¿Seguiré leyendo reportes de caso?, mi respuesta es absolutamente si, con la diferencia de que ahora los considero algo más anecdótico, y no evidencia de gran calidad.