Empezaremos definiendo una palabras, expertos. Por expertos tenemos ” a una persona que es muy hábil o tiene gran experiencia en un trabajo o actividad, “una persona tiene muchos conocimientos en una materia”. En ortodoncia tenemos una gran tradición respecto a los “expertos” ó “líderes de opinión”, varios de ellos han hecho una enorme carrera a nivel académico, otros ha hecho carrera como voceros de empresas (de sus productos comerciales). Sin embargo esta nota no es respecto a ellos, es respecto a nosotros.
¿Por qué razón somos dependientes de la opinión de expertos?
Es difícil para mí escribirlo, no es agradable analizarlo, pero alguien lo debe de hacer. Somos dependientes de la opinión de ellos, por ignorantes y por tener una arraigada y tradicional apatía por ponernos a leer, no nos gusta leer, principalmente si no hay fotos de dientes (lo se, se escucha ridículo, y así lo es). Vaya la cultura del facilismo (obtener mucho sin tanto esfuerzo) nos esta pasando factura. Tenemos un gran problema de falta de habilidades para la búsqueda de información .No puedo negarlo, estos expertos son casi, casi mandados a hacer, son carismáticos, inteligentes, con gran baggage a sus espaldas. Vaya, decir que no hemos aprendido de ellos sería una mentira. La ortodoncia y los ortodoncistas les debemos mucho (que conste que ya van dos veces que hago alusión que esta nota no es contra de ellos).
Pero insisto, fuimos nosotros mismos los que transgiversamos todo, usualmente un experto o líder de opinión debe de inspirarnos a ser mejores que el, no ha ser dependientes de el. Nosotros nos hemos vuelto codependiente de ellos, no podemos negarlo.
Ecuación de la filia de los ortodoncistas por los expertos en ortodoncia.
Todo lo anterior se potencializo en un caldo de cultivo digno de una novela de George R. R. Martin, no hemos podido detener esa bola de nieve que baja y baja, volviéndose más grande y rápida. Empecemos con nuestro culto a la aparatología, el cual ha hecho volver en culto a las filosofías o sistemas de tratamiento, a esto sumémosle que hemos delegado nuestras actualizaciones a las empresas, y solo para rematar no olvidemos que el ortodoncista promedio sigue pensando que la opinión de expertos es evidencia y que usualmente creemos que encontraremos grandes evidencias en conferencias.
Bueno, y ¿cuál problema existe con todo esto?
Esta dependencia a los expertos nos ha quitado más de lo que nos ha dado. Principalmente por que nos ha quitado la habilidad de investigar, leer, criticar, analizar, entender y sobreponernos a la ciencia, ya sea que esta apoye o no nuestras creencias sobre alguna terapia clínica o método de diagnóstico.
Sufrimos de una inmadurez profesional al conflictuarnos por que “los resultados de las evidencias actuales no apoyan tal o cual método”, y lo primero que hacemos es ir a escondernos debajo de las faldas de los expertos (vivos o muertos) para sentirnos seguros de que esos “estudios de mala ciencia” no nos afecten y desaparezcan (como los fantasmas debajo de nuestra cama cuando éramos niños), antes que ponernos a leer y tratar de entender los estudios.
La ciencia y sus resultados, buenos y malos, a favor o en contra, existen y son, ya sea que nos agraden o no, ya sea que favorezcan nuestras prácticas o no, ya sea que los expertos los aprueben o no. No aceptar eso, es un gran problema, el cual no se va a solucionar sino aceptamos primero que lo tenemos.
¿Qué nos queda por hacer?
Para empezar, aceptar nuestro problema, y avanzar. Aprender de nuestro error de engrandecer a los expertos y evitar hacer lo mismo con la información. Evitar dogmatizar la información, y aprender a ser críticos con ella. No podemos tapar el sol con un dedo, la ortodoncia necesita más conferencistas independientes, y como profesionales debemos de cuestionarnos ¿qué tipo de líderes de opinión necesita la ortodoncia?
Pensamiento final
Lo repito, por que los conozco bien, esta nota no es para ponernos a linchar a los expertos, para nada. De hecho, varios de ellos son amigos míos (los cuales espero comprendan bien la nota). Esta nota es para que hagamos un ejercicio individual sobre nuestra relación con la ciencia y nuestra depedencia a los expertos, no será fácil, pero si es lo que la ortodoncia necesita, entonces lo debemos de hacer.
Ok, y por si alguien se lo cuestionaba. Por supuesto que seguiremos escuchando a los expertos, mi recomendación, toma lo mejor de ellos, y cuestiona absolutamente todo. Pero aquí viene el truco, cuestionar al experto no es acerca de hacerle un berrinche con argumentos cantinflescos a media conferencia, cuestionar a un experto muchas veces es: escuchar completamente el mensaje, tomar nota, checar sus fuentes de información, llegar a casa, analizar todo y buscar las respuestas uno mismo.