Antes de empezar la nota 2 avisos parroquiales: el primero, admito que muchos de mis lectores se han quejado de mi terquedad en usar la palabra “estúpido”, tachándome de poco ético, personalmente la uso por que creo describe la situación que quiero dar a entender y no se oye tan mal o fuerte como las otras opciones que tengo en mi listado, el segundo, este tema también lo tratare el sábado en mi plática en Guadalajara, así que ahí podré extender más mi opinión.

Desde nuestros años de estudiantes en postgrado de ortodoncia, existe una inquietud que todo alumno tiene: ¿cual será la técnica que mejor me convenga para tratar a mis pacientes”. En esos años de aprendizaje y de falta de experiencia, estamos influenciados por muchas variables que nos ayudan a decidir que sistema o técnica usar. Y conforme avanzas en el camino de la ortodoncia, y empiezas a cargar unos pocos años de experiencia te das cuenta que las cosas no son tan blanco y negro como nos hacen creer las técnicas. Me doy cuenta que en ese momento todos optamos por usar uno de dos caminos, el camino en el cual aunque aprendes técnicas y sistemas, las aplicas de una manera más diferente y “libre” apoyandote en tu experiencia y en artículos científicos que han sido publicados, en pocas palabras no aplicas la “técnica pura”.  Y existe otro camino, en el cual haces a un lado tu experiencia, lo que aprendiste en el postgrado, lo que sale publicado en artículos científicos y literalmente dejas de ser ortodoncista para volverte un “técnico puro”, aplicas y haces si y solo si la técnica lo aprueba y permite.

Y es en ese momento donde me pregunto ¿por qué tenemos la estúpida necesidad de pertenecer a un sistema o técnica?, ¿por qué tenemos la estúpida necesidad seguir a un líder que tiene un sistema?, ¿por qué tenemos la estúpida necesidad de segmentarnos en grupos?. Y cada vez que me hago esas preguntas, mi respuesta interna y a la vez personal es la siguiente “estamos muy inseguros de lo que sabemos o de lo que aprendimos”.

De nuevo quiero dejarlo muy claro y lo repetiré, no tengo nada en contra de las técnicas o sistemas, ellos han entregado mucho a la ortodoncia, han aportado mucho nuestra querida especialidad, y de eso estoy agradecido y entusiasmado de ver que es lo nuevo, pero jamas a costa de vender mi alma, de vender mi manera de hacer ortodoncia, ahí es donde creo radica mi cuestión.

Estimados y queridos colegas ortodoncistas, no se sientan temerosos de lo que aprendieron en sus años de postgrado, eso es la base para dominar cualquier bracket o técnica, es valido querer seguir aprendiendo, es valido seguir actualizándose, pero nunca, jamas a costa de la biomecánica y diagnóstico.  Aprende todos los sistemas que puedas, todos, estudia sus bases y sus conceptos, saca lo mejor de ellos y aplícalo en base a evidencias científicas y evidencias clínicas que recolectes en tu camino.

No veo la necesidad de pertenecer a un grupo exclusivo de usuarios MBT, Roth, Damon, Alexander, Andrews,  no veo la necesidad de aplicar una técnica pura. Para terminar quiero comentarles un descubrimiento que hice, encontré otras personas que les encanta sementarse en grupos también, con afinidades y dudas similares,  usan casi lo mismo (en cada grupo), consumen solo una casa comercial principalmente, etiquetan y tachan a aquellos que no pertenecen al grupo, siguen a un líder el cual tiene exactamente las mismas dudas que ellos, aparentan saber mucho y tienen mucho que aprender todavía, si no hablas el mismo idioma y jerga de ellos te relegan y critican.  Llevan años entre nosotros, los llamamos adolescentes.

PD.- La imagen que acompaña a esta nota, creo no necesita explicación.