Recién y nos graduados de ortodoncistas andamos gritando a medio mundo que ya somos unos especialistas, en cada fiesta o reunión familiar, o de ex-alumnos de la preparatoria, andamos repartiendo tarjetas y convenciendo gente para que vaya a vernos. Y, no se como sea en otros países, pero en México, tan rápido y ya tenemos título de ortodoncia, queremos eliminar las maloclusiones de todos nuestros amigos.
Mi joven padawan, pequeño cachorro del rebaño de Angle, como dirían los de Frankie Goes to Hollywood, “relax don’t do it, when you want to go to it”. Muchos de nuestros primero pacientes, por lo mismo terminan siendo amigos nuestros, y es tanta la confianza que nunca falta que te digan, “mira me pongo los brackets ya, pero hazme un descuento”, “oye yo te hice un descuento cuando….”, “mira dame precio y te recomiendo con mis amigos”, “hazme una rebaja así me atiendo contigo y no con el ortodoncista que lleva ya 20 años trabajando y que vio a mis hermanos mayores”, en fin, son muchos los argumentos que nuestros amigos nos dicen.
Sin embargo, muchas veces por camaradería, o por solidaridad deseamos ayudar a nuestros amigos, principalmente si ellos nos han ayudado a nosotros cuando lo hemos necesitado. Voy a ser honesto, si un amigo se encuentra en una situación donde necesita de mi ayuda, puedo ofrecerle solo un 10% al 15% (dependiendo de varios factores) de descuento, no más. Jamás hago descuentos demasiado grandes a mis amigos, las razones principales es que si terminan pagando muy poco:
1.- No aprecian tu trabajo, lo que significa que serán pésimos pacientes, durante el tratamiento, y post-tratamiento también.
2.- No valoran el costo real de un tratamiento de ortodoncia, lo que ocasionara que cuando alguien les diga lo que paga con otro ortodoncista (un precio más real), ellos pensaran, “hey, a este tipo le están robando”.
3.- Se correra la voz de que eres un “ortodoncista de los que cobra barato”, y nunca saldrás de ahí. En México la gente no perdona que primero cobres barato, y años después subas los precios, siempre dicen “oiga pero si usted era de los que cobra barato”.
Muchos amigos me han dicho, “mira yo compro el material, dime donde”, a ellos les dejo muy claro, mira, el material solo ocupa una pequeña parte del costo del tratamiento, lo que tu pagas más que nada, es mi habilidad, conocimientos, experiencia en manejar el material en base a un diagnóstico y plan de tratamiento que yo hago de manera exclusiva para el tipo de maloclusión que tu tienes. Algunos entienden, otros no, sin embargo si les puedo decir que me esmero (como con cada uno de mis pacientes) por dejar y hacer lo mejor que puedo, así aquellos amigos que no se decidieron por mi, tarde o temprano terminan en mi consulta.
Si deseas ofrecer un descuento mayor a tus amigos (de preferencia si realmente lo necesitan) puedes hacerlo, ¿quién soy yo para decirte que no lo hagas?, solo puedo agregar que “grandes ofertas y promociones” con tus amigos, puede encasillarte en “profesionista barato” y te lo digo en serio, jamas podrás salir de ahí. Mucho cuidado.
Raymundo Garcia dice
¿Que opinas de dar un porcentaje de tus cobros a los colegas que te recomiendan?
Miguel Angel dice
En alguna ocacion algun dentista general me insinuo percibir algun porcentaje de los pacientes referidos. La verdad me parece una practica que degrada en mucho mi trabajo como especialista. Es como si despues yo le pidiera un porcentaje de las resinas que le va a poner de una caries que yo detecte durante el tratamiento de ortodoncia no? Saludos.