En una era en la que es tan fácil convencer de cada estupidez y de los creadores de “no tengamos la mente cuadrada” llega el Visagismo dental. Bueno, oficialmente no acaba de llegar ni nada por el estilo, ya tiene varios años esparciéndose en la odontología y sus especialidades (principalmente prótesis y en los últimos años en ortodoncia).
“El “Visagismo en odontología”, según sus defensores, hace posible que los pacientes expresen las emociones y rasgos de personalidad deseables, a través de su sonrisa. De acuerdo con este concepto, los médicos pueden diseñar una sonrisa que se mezcle con la apariencia física, la personalidad y los deseos del paciente.
¿OrthoHacker porqué criticas esto? ¿Quién te haz creído? ¿Qué bajo haz caído? ¿Eres juez y parte? ¿Formas parte de la mafia del poder? ¿Why is Gamora?.Serían los primeros berrinches con los que muchos podrían empezar sus ya conocidos “argumentos”. Pero dejemos a un lado a dichas ternuritas y continuemos nuestro camino.
El Visagismo dental va de la mano de la morfopsicología, la cual es una pseudociencia por cualquier lado que la veas. La morfopsicología es una pseudociencia de estudio de la personalidad que intenta abordar las supuestas relaciones entre las características morfológicas de la cara de una persona y su perfil psicológico. Lamentablemente en odontología (y sus especialidades) no sabemos diferenciar muy bien entre ciencia y pseudociencia, somos demasiado fáciles de convencer que relativamente todo, excepto de las pruebas científicas, a ellas si les armamos cada pancho.
Se ha cumplido el ambiente perfecto: apatía del odontólogo por la ciencia, carencia de criterios para evaluar una “idea-que-parece-buena”, líderes carismáticos convertidos en charlatanes y gurús, probablemente las madres de muchos odontólogos no tomaron suficiente acido fólico durante la gestación de los mismos, la 4ta transformación de México. .. y ¿qué podría salir mal?… pues que conceptos tan pseudocientíficos como el Visagismo se popularicen entre los profesionales de la odontología.
Según el Visgismo dental, si tus dientes tienen una forma, tu características serán así:
- Dientes ovales – Melancólico. Eres organizado, perfeccionista, artístico, abstrativo, tímido, reservado
- Dientes triangulares – Sanguíneo. Eres extrovertido, comunicativo, entusiasta, dinámico, impulsivo
- Dientes rectangulares – Colérico. Eres determinado, objetivo, explosivo, intenso, empresário, apasionado
- Dientes cuadrados – Flemático. Eres diplomático, pacífico, místico, espiritualizado, conformista, discreto
Ok, si lo se bien, parece broma de mal gusto. Algo más o menos (igual de pseudocientífico) les habíamos presentado el año pasado con nuestra nota Los dientes como espejo de nuestras emociones. Vaya, sin pies ni cabeza. De antemano me imagino (por que siempre pasa así) alguien le dirá a algún fanático líder del Visagismo dental sobre esta nota, y de ahí vendrá algún comentario (berrinche) y replica (berrinche) sobre nuestra postura respecto al tema. Pero aquí la ciencia y el método científico es primero, así que mejor absténganse.
Para cerrar esta nota les dejo un artículo científico llamado Correlation between Dentofacial Esthetics and Mental Temperament: A Clinical Photographic Analysis Using Visagism, publicado este año por el Contemporary Clinical Dentistry. La investigación deseaba establecer una relación, si la hubiera, entre el patrón de sonrisa (estética dentofacial determinada por tres parámetros, es decir, la forma del diente, los ejes largos de los dientes anteriores maxilares y la línea de conexión entre las aspilleras) y los rasgos de personalidad (cuatro temperamentos mentales) a través del concepto de visagismo. Desde aquí pueden bajar el artículo es de libre acceso.
SPOILER ALERT: No hubo acuerdo entre los temperamentos derivados del cuestionario y los obtenidos del análisis fotográfico.
Para cerra esta nota solo puedo agregar lo siguiente: Como profesionales de la salud debemos de tener más apego a la ciencia, saber identificar la pseudociencia y desechar el conocimiento que no pasa esa prueba. Sin rencores.