El día de ayer fue importante, no solo en los que respecta al debate entre Clinton y Trump, sino por que ayer mismo sucedió un interesante fenómeno en el ámbito de la ortodoncia. Durante las primeras horas de la mañana en Facebook empezaron varios comentarios y anuncios sobre un supuesto “día del ortodoncista”, en grupos de WhatsApp empezaron a felicitarse entre ortodoncistas, vaya, cual se celebrara cada año, cosa en que México nunca había sucedido, o al menos no lo recuerdo yo. Si bien el día de ortodoncista es algo que me parece genial ( ¿a quién le puede que lo feliciten? ), en Facebook coloqué una pregunta en mi página Dr Mario Valdez – Orthohacker la cual decía:
Y mi sorpresa fue que nadie me supo dar razón, al darme cuenta compartí esa pregunta en la página oficial de Orthohacker en Facebook, y nada, absolutamente nada. Vaya, tengo entendido que mis colegas venezolanos lo celebran en septiembre, la American Association of Orthodontists celebrar el mes de octubre como “National Orthodontic Health Month”, nosotros celebramos el 9 de febrero como día del odontólogo. Conforme pasaba la mañana y las redes sociales se llenaban de felicitaciones y buenos deseos, mi pregunta no tenía respuesta. Lo cual me dio la oportunidad de pensar varias cosas, y el día de ayer me dejo 2 grandes lecciones sobre los ortodoncistas:
1.- Los ortodoncistas como buenos latinos, nos encanta celebrar, así somos, es parte de nuestra idiosincracia, celebrar el día del ortodoncista, probablemente sacaba los mejores deseos de nosotros a nuestros colegas, amigos, maestros, alumnos, etc. Eso me gusta, me alegra mucho saber lo bueno que somos para celebrar, como me decían varios colegas ayer “mira, mientras sean peras o manzanas, felicidades”.
2.- Los ortodoncistas no sabemos corroborar datos. Fue realmente increíble que mientras todo mundo se felicitaba, nadie corroboro los datos, nadie confirmó o negó que el día de ayer fuera el supuesto día del ortodoncista. No se si nos nos interesaba confirmarlo o no nos interesaba negarlo. El caso fue que la enorme fraternidad que se demostrara en la comunidad de ortodoncista, celebrando dicho día, no tenía ninguna base, ningún acuerdo o referéndum en el cual se estableciera que el día de ayer fuera valido celebrarnos.
No me mal interpreten, por favor. No quiero ofender a nadie, o faltarle el respeto a todas las felicitaciones que dimos y recibimos ayer. Mi punto es el siguiente, los ortodoncistas, al menos los latinos, somos muy apáticos al ejercicio de buscar-analizar-corroborar información, somos muy fáciles, necesitamos muy poco para creer cualquier cosa. Con casi casi nada, se nos puede adoctrinar, y seres incapaces de dudar y/o criticar esas doctrina, esa información, esa pseudociencia. Simplemente por que lo dijo “una autoridad”.
Celebremos el día de ayer como el día del ortodoncista si es lo que deseamos, no veo nada malo en eso. Lo curioso es que para jactarnos de ser tan profesionales, clínicos y científicos, necesitamos muy poco para creer casi cualquier cosa. Y eso, si es un problema. Aquí les dejo la felicitación que hice para mis lectores en la página de Facebook de Orthohacker: