Los ortodoncistas somos una especie más que curiosa para analizar, somos sui géneris. Tenémos unas ínfulas de “artistas”, “hartos clínicos”, “diagnostas-quítate-Gregory-House-del-camino”, “adictos-al-conocimiento”, “eternos-estudiantes-en-actualizaciones”, en fin. Sin embargo una de tantas contradicciones nuestras y digna de análisis, es nuestra manera de observar los casos que no son nuestros.
Cuando somos estudiantes en el posgrado, somos presentados ante una de las más grandes tradiciones entre los ortodoncistas…. criticar casos. El concepto es más o menos así, los alumnos se juntan al rededor de la fogata, perdón, del proyector y por medio de la laptop vemos el caso de algún otro alumno también, los hermanos mayores (aquellos que ya son r2 o r3) ponen atención ante cualquier pequeño error que haya cometido el hermano pequeño (r1) en su presentación y lo corrigen cuando las cosas no cuadran, o cuando los datos parecen estar equivocados, o cuando las fotos están mal tomadas, o cuando las cefalometrias están mal, bla…. bla….. bla. Como ejercicio de aprendizaje, no lo veo tan mal, de hecho, eso hace que todos presten atención al caso, y se concentren bien durante la presentación, en fin.
El problema no es ese, vivir eso en la Matrix (los años del posgrado) no es malo del todo, sin embargo el problema (gran problema) radica en no dejar ir esa costumbre, de buscar el error, buscar el pero, buscar lo que no me gusta. Y podemos ver la clásica escena de los congresos de ortodoncia, donde un conferencista nos comparte un caso, y nunca falta el espontáneo (que se muere por llamar la atención) que interrumpe y nos quita el tiempo a todos.
De la misma manera apodemos analizar las ahora más comunes escenas en los foros o redes sociales donde alguien comparte un caso, y llega otro más a querer lucirse cuestionando para que su punto de vista u opinión sobresalga más que nada. Y teniendo en consideración lo anterior (uff se que eso fue mucho) tenemos aquí los 5 grandes errores que algunos ortodoncistas cometen al analizar un caso que no es suyo:
1.- Ese caso esta mal diagnosticado
Es punto es más que interesante, por alguna razón la cual se me escapa, creemos que si el caso presentado no es diagnosticado de la misma manera en que nosotros lo hacemos, esta mal. Por alguna razón hemos comprado la idea de que “quien-no-haga-el-diagnóstico-como-lo-hago-yo-esta-equivocado”, lo cual deja mucho que desear de nosotros. Que nos presenten un caso que no fue diagnosticado siguiendo cada pauta y punto que nos vendieron en algún curso cuasi-dogmático-de-actualización no implica que el caso este mal.
2.- Yo lo hubiera tratado diferente
Oh, Dios mio, el “yo lo hubiera tratado diferente” es ya todo un clásico en los eventos, yo hubiera hecho esto, yo hubiera hecho lo otro, yo hubiera bla, bla, bla. No puedo ser un totalitario y decir o pedir que nadie diga o piense eso, pero la verdad, cuantos minutos no hemos perdido en eventos cuando algún espontáneo entre el publico dice algo como: Disculpe, no lo tome a mal por favor, pero yo hubiera hecho…. Y lo peor es que se consumen varios minutos explicando que harían, cuando el caso, tanto para bien o para mal, ya esta resuelto, y de hecho se esta presentado.
3.- Quiero ver todos los registros
Y es aquí donde nos sale lo exigentes, algo así como: “presenten ante mi todos los registros, lo más seguro es que al baboso que está presentando el caso algún detalle se le fue“. Vaya que somos divos, tenemos que entender que no podemos andar pidiendo todos los registros cada vez que se nos pegue la gana, los registros pertenecen al doctor y al paciente, si pueden compartir algo con nosotros, debemos de tomarlo y aceptar esa limitante.
4.- Cómo justificas lo que quieres hacer?
Actualmente es mi favorita, ya que siempre hay alguien que dice: “oye, ¿cómo justificas lo que quieres hacer?, ¿hay algo en la literatura que te apoye?”. Y es mi favorita por aquí todos se agarran de cualquier pedazo de literatura barata que apoye justo lo que ellos quieren hacer. Aquí es donde los francotiradores salen con cosas como: Fulanito dice que, Menganito ha investigado que…. se sorprenderían de la cantidad de ortodoncistas que consideran “literatura” a cualquier escrito digno de una opera épica de ciencia ficción.
5.- Tirar a la basura el posible aprendizaje
Probablemente esta es la peor, llega a ser tan grande el berrinche que pueden hacer algunos ortodoncistas, que no aprenden absolutamente nada, su propia vanidad y narcisismo los nubla y evita que puedan hacer sus prejuicios a un lado y aprender. Así de “profesionales” solemos ser. Nos creemos el próximo Angle en potencia, y si aquello (me refiero al caso) no es bello ante nuestros ojos, seremos más crueles que la última vez que alguna “La Britney” mando a volar a un “El Bryan”.
Cometer estos 5 errores nos quita concentración sobre el caso, nos vuelve verdugos, en lugar de estudiantes. Quitar esos 5 errores es un ejercicio de paciencia y humildad, pero sobre todo de profesionalismo. Debemos aprender a darle la oportunidad a un colega (ya sea profesional o estudiante) de que termine de dar su mensaje (compartir su caso) que nos diga que hizo y como lo hizo, y ya. No podemos jugar a ser jueces totalitarios. Lo que necesitamos es seguir aprendiendo. El próximo caso que veas que no sea tuyo, deja tus prejuicios a un lado, observa y analiza, quédate con lo mejor, desecha aquello que no te gusta, potencializa tus sentidos y analiza los resultados, lo peor que te puede pasar, es que aprendas algo nuevo, sin la necesidad de tanto berrinche y drama.