Los ortodoncistas tenemos algo en común, dentro de nuestro ADN vocacional, solemos complicar absolutamente todo. En nuestra arraigada necesidad de “filosofar” y llenar de “argumentos retóricos” la aparatología para que pueda ser consumida por nuestros colegas, solemos hacer complicado lo fácil y fingir entender lo difícil. Lo siento, es parte de nosotros.
Aquellos que como yo han recorrido un camino (corto o largo) en el mundillo del autoligado pasivo, saben muy bien que conforme avanzan dejan de ver las cosas como antes las veían. No voy a decir la clásica chorreada de “este-bracket-ha-cambiado-mi-vida”, por que es mentira, la única manera en que mi vida podría cambiar profesionalmente hablando, sería que dejara de trabajar y recibiera más dinero, no pasa eso, entonces no tengo que sonar a infomercial de media noche.
No hago de ortodoncia de autoligado como la hacía hace 10 años, no veo al bracket igual, no lo idealizo igual que cuando fui al primer evento de autoligado. No me espero que el bracket de autoligado actúe inteligentemente, cuando quien tiene la responsabilidad soy yo. ¿Por qué autoligado pasivo? Bueno, he tenido mejores experiencias con el autoligado activo. Pero reconozco que es muy popular, muchos amigos míos son hardcorefanboysfromhell de CCO y ForestaDent.
Al autoligado no se le puede ver desde el fanatismo (el panorama favorito del ortodoncista), la visión debe ser más amplia y menos dogmática. De la mano clínica y ciencia, experiencias anecdóticas y sobre todo, evidencias. Admitir sus fallas y potencialidad sus ventajas. Llevar las mecánicas del bracket convencional al autoligado tiene su chiste, uno de los más grandes errores al cambiar de tipo de bracket, es querer hacer justo lo mismo.
Para mí, menos no es más, es matemáticamente imposible, simplemente en algunas circunstancias y bajo algunas condiciones, MENOS ES MEJOR. En esta serie de artículos presentaremos una versión diferente de hacer las cosas, no usare argumentos de “excelencia” por que esa palabra siempre me ha parecido relacionada con la terquedad y pseudociencia en la ortodoncia. La frase de La simplicidad es la máxima sofisticación” se le atribuye a Leonardo Da Vinci, y creo es relevante para esta manera de ver la mecánicas en autoligado pasivo. Menos no es más, menos es mejor.