¿Habían escuchado antes el termino infoxicación? Probablemente esta nota lleva muchos años en el tintero y por una u otra razón siempre queda rezagada, creo que durante los últimos meses me he percatado mas sobre lo contaminada que se encuentra la información en ortodoncia y como eso afecta no solo al profesional, sino al estudiante y al paciente. El termino infoxicación proviene del español Alfons Cornella, con el cual describe la dificultad para procesar gran cantidad de datos a los que estamos expuestos.
Teniendo en cuenta que la infoxicación es el exceso de información, los infoxicados terminamos siendo nosotros. No solo por el exceso de información que podemos llegar a encontrar, sino también por nuestra falta de preparación para decidir que información vale la pena y cual no, sufrimos de una falta de análisis eficaz y eficiente para contrarrestar el flujo de información (en nuestros caso de ortodoncia) con la que vivimos.
Los ortodoncistas no estamos entrenados en el análisis critico de la literatura científica que consumimos, usualmente lo que hacemos es algo así como “si-me-gustan-las-conclusiones-y-trae-fotos-de-dientes-lo-mas-seguro-es-que-es-bueno”… algo por el estilo. La intoxicación esta recargada en ortodoncia al contar con un factor que ayuda a intoxicarnos con información, no sabemos diferenciar entre ciencia y pseudociencia, ya lo dije, no sabemos.
El hecho de que nuestro autor favorito haya escrito un artículo, no significa que ese artículo vaya a cambiar nuestra manera de hacer la ortodoncia, no por el hecho de que te hayas aprendido de memoria el libro cuasi-biblia oficial de ortodoncia significa que esa información sea útil para tu practica privada. La infoxicación es un problema grave, no solo en ortodoncia, sino en todas la profesiones que utilización información, la enorme desventaja que tenemos nosotros es nuestra eterna apatía por entrenarnos en la lectura critica.
Tan mal preparados estamos en eso, y ademas de que somos unos codependientes de gurús o líderes de opinión (patrocinados por casas comerciales) para que ellos nos digan que información es valida y cual no. Es el equivalente a que una persona al querer alimentarse, en lugar de nutrirse bien, dependa de McDonalds para que le diga cual es el mejor menú para el, si, así de patético.
El exceso de información seguirá fluyendo, no tienes muchas alternativas, prepárate para tener suficientes armas para decidir que información es útil y cual no, sin importar tus preferencias o tu “escuela-de-pensamiento”. No tengas miedo de sentarte a leer, ten miedo de si alguien te quiere convencer de algo que no esta basado en ciencia y solo es retórica de ventas. Debemos aprender a vivir en esta era de exceso de información y no tener miedo de ser un gestor de la misma y decidir cual información vale la pena y cual no.
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