Los ortodoncistas (y al igual los odontólogos) somos una especie muy particular. Tenemos una alta tradición de las “eminencias (expertos)” en nuestra querida especialidad. Por muchas generaciones hemos dejado que las eminencias decidan que debemos de hacer, como diagnosticar, como tratar a un paciente. Y si bien las eminencias dictan sus protocolos basados en su “experiencia”, probablemente no se han dado cuenta de que las ciencias de la salud el día de hoy exigen algo más que la subjetiva experiencia de una persona. Desde la década de los noventa, la medicina y la odontología basada en evidencia han tratado de hacer un poco más científico nuestro trabajo. Al final de cuentas lo “basado en la evidencia” nos debe de ayudar para la toma de decisiones clínicas, en conjunto con las expectativas del paciente y nuestra propia experiencia clínica.
Sin embargo en la ortodoncia tenemos (como dije al principio) una alta tradición de hacer lo que las eminencias nos dicen, dictan y recomiendan. Excusándose en su experiencia, más que en evidencias publicadas. Entonces me pregunto: ¿Los ortodoncistas debemos tomar decisiones basadas en evidencias o eminencias?. Voy a ser honesto, pertenezco a una profesión que literalmente dicta que lo dicho por eminencias es un dogma, y que si tu no eres experto mejor ni opines. En pocas palabras, los ortodoncistas (y odontólogos en general) tendemos a ser algo totalitarios, se nos da, se nos da.
Conforme más he investigado y seguido a autores en pro y en contra de lo “basado en evidencias”, me he dado cuenta de ciertos detalles que agregan cierto conflicto al asunto:
1.- La experiencia no es una evidencia: Y creo que esto puede volver diabético a cualquier “eminencia diva”. La opinión de un experto siempre será importante, mayor que la de aquel que no es experto, pero jamas tendrá más jerarquía que un estudio bien realizado, principalmente una revisión sistemática o un meta-análisis. La experiencia es una herramienta no una evidencia.
2.- Existirán eminencias que no te acepten las evidencias: Me imagino lo frustrante que debe de ser para las eminencias que de repente, de la nada, salga un estudio bien realizado que diga que lo que ellos dicen o hacen o juran no es cierto, o que simplemente necesita más investigaciones y estudios más controlados al respecto. Sin embargo puedo asegurarles que existen muchos ortodoncistas expertos los cuales saben aceptar las evidencias.
3.- Los ortodoncistas estamos acostumbrados a tomar decisiones basados en experiencias de eminencias: Si bien las experiencias de los expertos pueden ser una buena herramienta o un punto de partida para la producción de conocimiento, no podemos caer en la empirísmo de “hacer-lo-que-veo-que-funciona-aunque-no-entiendo-lo-que-pasa” o “hacer-lo-que-veo-que-hace-una-persona-en-un-paciente-en-particular-y-aplicarlo-a-todos-mis-pacientes”. Los ortodoncistas debemos basarnos lo más que podamos en evidencias, no en experiencias.
4.- La investigaciones científicas pueden enfurecer a personas con conflicto de interés: Como buenos latinos apasionados que somos en todo lo que hacemos, tan rápido y algunos se ponen las camisas de las empresas, pueden volverse ciegos a lo que dicen las evidencias, con tal de seguir la agenda de una empresa. Han sido varias las discusiones que he tenido con algunos personajes que critican las evidencias, las consideran falsas y/o tendenciosas, y la mayoría de veces, ellos son voceros o speakers de empresas a las cuales las evidencias no les conviene. No todos los speakers son así, no puedo generalizar, conozco a varios que son verdaderos científicos clínicos y que saben que una cosa son los negocios y que otra es la ciencia.
Si tenemos un familiar enfermo, ¿no nos gustaría que el doctor utilizara al emitir su juicio la mayor cantidad de evidencia actual disponible?. Probablemente muchos creen que hacer a un lado las eminencias y a los expertos es un insulto, yo les puedo asegurar que no lo es, y ademas les puedo asegurar que el “insulto” es que no sabíamos nosotros darle su lugar a la evidencia, y llamábamos evidencia a todo aquello que se nos presentaba. El insulto es que nosotros somos tan fáciles para tragarnos “conocimientos”, que no distinguíamos entre aquellos que eran evidencias o aquellos que eran experiencias clínicas anecdóticas.
Mi pregunta era “¿Los ortodoncistas debemos tomar decisiones basadas en evidencias o eminencias?” , puedo decirte que la mejor opinión la tiene cada uno de nosotros, y terminar mi nota con esa frase salomónica la cual termina siendo más digna de Cantiflas que de un científico clínico. Pero me conocen, saben mi estilo, así que terminare mi nota con esto: En la toma de decisiones clínicas debemos apoyarnos en la mayor cantidad de evidencias disponibles.
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