Comunicar en el mundillo de la ortodoncia no es fácil. Hacerse un lugar en el circuito de conferencistas (de manera independiente) tampoco lo es. Pareciera que nadie quiere cambiar el camino que ha sido marcado respecto a como un ortodoncista puede ser un conferencista. Más o menos así: Compras un tipo de bracket de una marca, juntas una casuística enorme de pacientes con esos brackets, tomas muchas fotos, se las presentas a la empresa y le dices”quiero ser tu conferencista”.
La mayoría de las compañías ya tienen a sus conferencistas estrellas, todos los admiramos (tengo la fortuna de ser amigo de varios de ellos, de otros solo conocido), todos nos tomamos fotos con ellos, todos podemos aprender mucho de ellos. Sin embargo no es el único camino, desde hace años he caminado mi propio sendero en el mundillo de los conferencistas en ortodoncia, de manera independiente. Si bien soy amigo y camarada de varias casas comerciales, no puedo salir con cosas como “este bracket es el mejor”, “esta filosofía es la mejor”… no puedo, simplemente no se me da. Si para muchos es el camino, adelante, yo no puedo.
Partiendo de ahí, tenemos el siguiente reto, ¿cómo presentar información a nuestros colegas sin parecer vendedor de Mary Kay, Amway, o infomercial de media noche?, ¿cómo dejar un mensaje que impacte a mis colegas sin tener que terminar diciendo “salgan y compren este bracket”?, ¿cómo compartir mis ideas sin que mi presentación parezca clase de lectura y redacción?.
Varios de los conferencistas en ortodoncia son profesores de posgrado, lo cual les ayuda un poco con las tablas de subirse a un escenario y dar una charla, sin embargo sus estilos son antiguos e incluso hasta sus diapositivas son de la época de Salinas de Gortari, los más reciente de la primera vez Lopez Obrador se postulo a la presidencia (sin rencores chairos). Pero la enorme cantidad de años que llevan dando pláticas los salva, la experiencia anecdótica clínica y el manejo del escenario hace que puedan salir avantes.
Pero eso no funciona cuando alguien desea empezar ahora. Necesitas ser diferente, necesitas presentar diferente. El club de los niños bonitos de conferencistas en ortodoncia ya esta atascado, y seré honesto, es aburrido. Las nuevas generaciones deben apostar por presentar diferente, dar mensajes diferentes, apartar la pseudociencia de la ortodoncia (generaciones anteriores en lugar de apartarla, la han disfrazado para engañar a los demás, o han fallado en reconocerla y apartarla). Los ortodoncistas mayores tienen enormes tablas para comunicar y presentar en un escenario, seguridad, empatía y presencia, pero algunas ocasiones sus fotos no son tan buenas, no manejan del todo bien los programas de presentación; los ortodoncistas jóvenes tienen excelentes fotos y saben manejar muy bien los programas de presentación, sin embargo no tienen esa seguridad, presencia y tablas al subirse a un escenario, parece que aún sienten que están dando una clase a sus compañeros de posgrado.
Y a eso súmale que no sabemos diseñar presentaciones efectivas, usamos tamaños y estilos de fuentes que solo la primera, segunda y tercera fila las pueden leer. Llenamos nuestras presentación con diapositivas atascadas de letras, palabras y enunciados y una experiencia de aprendizaje se transforma en clase de lectura y redacción. Los ortodoncistas acarreamos malos hábitos en el estilo de nuestras presentaciones, probablemente desde la licenciatura, y no los cambiamos. Diseñar malas presentaciones es una herencia en ortodoncia, en toda la odontología.
El diseño de una presentación no es todo, el diseño es solo una parte, pero es una parte importante. Deseamos cambiar las cosas, estamos preparando nuestro taller de ” El arte y diseño de la presentación científica efectiva para ortodoncistas “, con la idea de cambiar el juego, romper las reglas, entretenernos y aprender. La mayoría de la información dedicada a mejorar tus presentaciones va de la mano con los departamentos de marketing (y de ahí saco lo de Mary Kay y Amway), necesitamos traducir mucha de esa información al mundo de la salud, que es donde pertenecemos. ¿Deseas dar un mensaje épico a tus colegas o solo deseas ser otro vendedor de brackets más?