Tan rápido y a los ortodoncistas nos presentan (imponen) un nuevo estándar de belleza que pueda servir para “justificar” (vender) un tratamiento, lo tomamos cual dogma y lo pregonamos. ¿Acaso nos habrá pasado eso con los corredores bucales?. Las respuestas subjetivas pueden ser muchas, las investigaciones son pocas. Actualmente contamos con una de recién publicación, llamada Buccal Corridors: A Fact or a Myth in the Eyes of Laymen?.
El objetivo de este estudio fue investigar el conocimiento de un grupo de personas sobre la existencia del corredor bucal y si fue un factor importante para ellos al juzgar el atractivo de la sonrisa y el efecto de introducirles el conocimiento en su juicio ulterior. Según las conclusiones de los autores las personas construyen sus juicios estéticos sobre lo que les enseñamos, y modificar los planes de tratamiento para incluir las correcciones de los corredores bucales por razones estéticas sólo es un mito. Probablemente esta investigación no les guste a muchos, pero es lo que tenemos. Por supuesto no es necesario agregarlo, falta mucha, mucha investigación al respecto.
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