Hace muchos años, mucho antes de estudiar el postgrado, decidí trabajar un tiempo con la persona que me inspiro a ser ortodoncista, mi propio ortodoncista, el cual me había realizado el tratamiento cuando era adolescente. Honestamente me siento muy identificado con él, y la forma en que el veía la ortodoncia. Me gustaba todo lo que hacía en el consultorio, la manera de trabajar y tratar al paciente. Un día yo comente “Doctor, yo quiero trabajar exactamente igual que usted, hacer todo igual”, antes de que yo terminara la frase, se me quedo viendo fijamente y me dijo “Si quieres hacerme sentir orgulloso, será el día que empieces a pensar que las cosas pueden ser diferentes, no el día que hagas todo como yo lo hago”.
Esa frase sigue retumbando en mi cabeza, el muy bien pudo decir que si, que para hacerlo sentir orgulloso yo tenía que hacer todo igual a el, todo como el lo hacía. Pero en lugar de eso, decidió darme una lección y obligarme a pensar que las cosas podrían ser mejor y podrían ser diferentes. No cualquiera lo hace, muchos prefieren decirte que si, que para ser bueno tienes que hacer las cosas exactamente como ellos.
Yo, tuve la enorme fortuna de toparme con una persona con suficiente ética y moral para inspirarme a seguir adelante y no a quedarme estancado con una manera de ver las cosas. Para mí esa ha sido la lección más grande que he recibido de un ortodoncista, de un amigo el cual me inspiro para poder dar mis primero pasos en el mundo de la ortodoncia.
Esta experiencia personal la quiero compartir con mis lectores, les puedo decir que con justa razón, poco a poco empece a pensar que las cosas podían ser diferentes. Cada día al tratar a un paciente, la frase que el me dijo, suena en mi cabeza con una fuerza que me inspira a trabajar mejor que nunca.
carlos dice
Hola ORTHOHACKER , linda enseñansa la que le dio su ortodoncista ,yo tengo mi historia tambien de como me hice ortodoncista .
Mario dice
Gracias Carlos, saludos