Por alguna razón, muchas personas creen que la leyenda de “toda consulta causa honorarios” es un insulto, un abuso, literalmente una orden imperialista por parte de la administración de los negocios, en nuestros casos consultorios dentales. Honestamente no se por qué razón piensan así. Es legítimo y honesto que una consulta en nuestros consultorios cause honorarios, esa sano para la misma economía de nuestras oficinas, y los pacientes que aprecian nuestros servicios no deben tener ningún problema al respecto. Haz una suma de todo lo que se gasta cada vez que un paciente pasa a tu sillón dental, para que te des una idea.
A veces es muy normal, que conocidos o amigos nos pidan un “rápido diagnóstico” de sus hijos, de su novia, de su primo o de ellos mismos en una reunión o en la misma calle, lo malo no es que ellos lo pidan, lo malo es que nosotros lo hagamos. En mi vida le he pedido una consulta gratis a algún profesional en la calle o en una reunión social, para eso hablo por teléfono a sus oficinas y pido una cita, así es como debe de ser, y pregunto el costo de la misma, sin embargo no todos los profesionales tienen esa clase de ética, tanto como para pedir como para dar. Imagínense pedir una consulta gratis a un amigo que es abogado, o que es corredor de bolsa, o uno que sea cardiólogo, bueno ahora imagina que te molestas por que te dicen que si deseas una consulta profesional hables a sus oficinas para sacar una cita, bueno así existe mucha gente, la cual anda por todos lados pidiendo consultas gratis, con la clásica excusa de “en el Burger King no me cobran por explicarme como es la hamburguesa”, “en la Ford no me cobran por informarme sobre el carro que me gusta”, vaya finuras de ese tamaño. Esa gente no respeta nuestro trabajo, o el trabajo de los demás, y si les damos la oportunidad de abusar de nosotros, jamás valorarán lo que nosotros hacemos, lo que nos costo aprender a hacerlo y los sacrificios que hacemos para mantenernos como ortodoncistas.
Mis pacientes lo saben muy claro, toda consulta causara honorarios, y procuro que cada cita dar lo mejor de mi para que mis pacientes estén convencidos de la calidad de servicio que se les da, y de que no existe otro lugar mejor para ellos que conmigo. Mucho cuidado colegas, “consultas gratis” pueden costarte “muy caro”.
Rodrigo Guerrero G. dice
Una vez escuché una anécdota de un médico, que en una reunión social de alta sociedad, una distinguida señora, sin parsimonia, le pidió su opinión profesional a dicho galeno.
El doctor no dudó en decirle, también sin titubear: “Sáquese la ropa, ahora.”
La señora abrió ojos del porte de su osadía y le dijo al facultativo de que cómo se le ocurría proferirle tal atrevimiento, delante de todos.
“Resulta, mi señora, que para darle mi opinión profesional, en forma de diagnostico, tengo que practicarle un examen físico. Que, cómo sabrá, el protocolo me dictamina que tiene usted que estar desnuda.”