El día 4 de septiembre regresa nuestra página hermana Ortodoncia Basada en Evidencia, un proyecto alterno salido de Orthohacker, en el cual junto al Dr. Daniel Segovia me encargo de compartir evidencias actuales en ortodoncia. El 4 de septiembre regresamos para terminar nuestra tercera temporada, llevamos ya 3 años compartiendo información reducida en sesgo y conflicto de interés con nuestros colegas ortodoncistas. Teniendo en consideración lo anterior, he decidido compartir con uds este pequeño editorial de mi ronco pecho.

¿Por qué razón necesitamos evidencias en ortodoncia?

La pregunta no es retórica. La respuesta no es fácil. Las evidencias han encontrado su lugar en las ciencias de la salud por una simple y poderosa razón, ofrecerle al paciente la mejor información para tomar una decisión sobre el tratamiento que mejor le conviene.

Entonces….¿Por qué razón las evidencias causan controversia en ortodoncia?

Muy fácil, estamos más acostumbrados a dogmas, que a ciencia. Lo sabemos nosotros, lo sabe la industria, lo sabe la academia. Se podría decir que la pseudociencia es el opio del ortodoncista, el cual al no encontrar datos que favorezcan su decisiones, prefiere “esconderse bajo las faldas de los grandes”. Y las evidencias han venido a romper con esa lamentable tradición.  Esa es la controversia que causan.

¿Debemos de buscar evidencias que presenten coherencia con la clínica diaria?

Ok, eso suena más a “yo solo creo que en las evidencias que aprueban lo que yo hago en la clínica”… cuidado, cuidado, eso es una alerta de megalomanía y narcisismo en potencia. Buscar evidencias que justifiquen lo que me gusta o quiero hacer no es hacer Ortodoncia Basada en Evidencia, es hacerte menso a ti solo, y de paso a los demás que te escuchen y no estén bien preparados.

Da pena ajena leer comentarios como “los investigadores también tienen conflicto de interés”, como argumento para opacar evidencias las cuales explican detalladamente como llegaron a los resultados a los que llegaron, y en las cuales los autores están obligados a escribir si tienen o no conflicto de interés. Pero es parte de esto, los berrinches cantinflescos contra la ortodoncia basada en evidencia son gritos desesperados los cuales en el fondo solo dicen: “mi gran maestro tiene la razón, muéranse evidencias, mueran, mueran”

Entonces….

La ortodoncia necesita más evidencias no para traumatizar a tanto pseudo-científico que forman parte de nuestras filas, sino necesitamos más evidencias para tomar mejores decisiones a la hora de ofrecer tratamientos a nuestros pacientes. El ortodoncista tiene que madurar como profesional y darse cuenta que las evidencias son respecto a los pacientes, no respecto a “que-tan-buenos-somos-nosotros”.

Lo se, es un cambio de mentalidad, dejar atrás el protagonismo de “soy-el-mejor-ortodoncista” y llegar a un nuevo lugar en que buscamos “cual-es-el-mejor-tratamiento-para-este-paciente-en-particular” quitando toda la literatura llena de pseudociencia, experiencias y opiniones con conflicto de interés.

El 4 de septiembre regresamos, y seguiremos compartiendo evidencias con sesgo reducido en ortodoncia, ya sea que te guste o no. Y te advierto, haremos mucho ruido, tanto que las nuevas generaciones se cuestionaran cosas como:

“¿por qué mi programa de estudios no tiene ortodoncia basada en evidencia?, ¿por qué la respuesta a todo en el diplomado es “porque el creador de la filosofía lo dice”?, “¿por qué no me enseñaron a leer revisiones sistemáticas?”, “¿por qué razón los líderes de opinión y gurús nunca se justifican con evidencias de alto nivel?”

Y esto es solo el comienzo.

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